Nutrición que acompaña: cómo la alimentación mejora la calidad de vida del paciente oncológico… y de su familia

cómo la alimentación mejora la calidad de vida del paciente oncológico

Autoría/Byline: Por Liliana — Nutrición Vive, nutricionista oncológica

El cáncer transforma rutinas, apetitos y emociones. La mesa del hogar puede convertirse en un espacio de alivio, energía y conexión. Con pautas sencillas, la alimentación ayuda a sostener la fuerza física, tolerar mejor los tratamientos y cuidar el ánimo del paciente y su familia.

Tres metas claras para el día a día

  1. Energía suficiente sin “picos y valles”: organiza 3 comidas principales y 1–2 colaciones si el apetito es bajo. Evita largos ayunos.
  2. Proteína repartida: incluir una fuente (huevos, lácteos, legumbres, carnes magras, pescado) en cada comida favorece masa muscular, defensas y recuperación.
  3. Hidratación práctica: agua a la vista, botellas pequeñas y recordatorios familiares. Acompaña con caldos, gelatinas sin azúcar y frutas jugosas.

Síntomas comunes y ajustes sencillos

  • Náuseas: comidas pequeñas, tibias, poco olorosas; galletas saladas simples; jengibre culinario.
  • Alteraciones del gusto: marinados con cítricos, hierbas frescas y salsas caseras suaves; cubiertos de acero (a veces mejoran el sabor metálico).
  • Estreñimiento: más fibra (fruta entera, verduras, legumbres) y líquidos; caminar unos minutos al día si es posible.
  • Diarrea: arroz, papa, zanahoria cocida, pollo o pescado blanco; hidratar con sales orales si el equipo lo indica.
  • Cansancio extremo: planifica comidas “de bandeja” que solo haya que calentar; cocina por tandas en familia.

Rol de la familia: acompañar sin agobiar

  • Planear juntos el mercado: frutas y verduras de temporada, legumbres económicas, pescados locales.
  • Cocinar por turnos: reparte tareas para que nadie se sature.
  • Cuidar la seguridad alimentaria: higiene de manos, correcta conservación y cocción; evita restricciones innecesarias si el equipo médico no las ha indicado.
  • Respetar el apetito del paciente: ofrecer, no presionar; priorizar lo tolerado ese día.

Un ejemplo de día adaptable

  • Desayuno: arepa de maíz con huevo revuelto y tomate.
  • Colación: trozos de mango o mandarina.
  • Almuerzo: guiso de lentejas con verduras y arroz; ensalada de pepino y palta.
  • Merienda: yogur natural con avena.
  • Cena: pescado al horno con papa y zanahoria; ensalada de hojas verdes.

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Mensaje final para la familia: alimentarse bien es cuidar y también compartir. La perfección no existe; la constancia y el cariño sí.

By Victor Alva

Soy un periodista especializado en temas de actualidad y salud en el Perú. He escrito varios artículos para la revista "Salud Peruana" y soy autor de varios libros sobre salud y bienestar. Además, he sido invitado a varios programas de televisión y radio para hablar sobre temas de política sanitaria, seguros y clínicas en el país.

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