Cada vez se encuentra más extendido el concepto de respiración consciente, una práctica basada en una sencilla sucesión de inspiraciones y expiraciones, controlando la profundidad y la duración de cada respiración. De este modo, no solo se conseguirá el pleno bienestar corporal y psíquico, sino que también se ayudará a mejorar tanto el rendimiento como la calidad de sueño, así como a reducir la ansiedad y los niveles de estrés.
Si se tiene en cuenta que al día un ser humano puede respirar una media de 25.000 veces, resulta fundamental conocer cuáles son las claves, los efectos y los beneficios de la respiración consciente. Cualquier situación anómala puede repercutir en una sensación de asfixia, perdiendo capacidad pulmonar y sintiendo una angustia elevada.
No obstante, aspectos como las alergias, la contaminación ambiental, las enfermedades respiratorias o la condición física repercutirán en la respiración consciente. Por todo ello, resulta fundamental entrenarla desde la escuela, siendo muy recomendable aplicar clases de yoga y de meditación para obtener resultados muy positivos.
La respiración consciente implica aprender a relejarse, a aliviar el estrés y a liberar presiones. Y es que cabe más aire y se absorbe mejor el oxígeno al abrir por completo las costillas. Desde ese momento, se implantará una respiración honda, lenta y rítmica. Es un fenómeno que garantiza plena seguridad y bienestar, así como tranquilidad, al igual que sucede al recurrir a yape en apuestas.
Respiración consciente: sus principales beneficios
Oxigenación y limpieza de la sangre del organismo
Hay que tener en cuenta que al respirar se ayuda al cuerpo a funcional al 100%, suprimiendo la presencia del dióxido de carbono y favoreciendo a una serie de procesos fisiológicos como la circulación linfática y cerebroespinal o el ritmo cardiaco. Todo el oxígeno es absorbido por la sangre para alimentar los órganos, especialmente el cerebro.
Mejora de la digestión
La respiración consciente garantiza los movimientos del diafragma, generando una serie de movimientos en los intestinos que crean un espacio en todo el vientre, permitiendo así el buen funcionamiento de los órganos internos. Se genera un movimiento rítmico del abdomen que favorece la digestión. Además, ayuda a controlar el peso corporal, frente a los trastornos de apetito y alimentación.
Reduce el esfuerzo que realiza el corazón y la presión arterial
Una presión arterial alta provoca que la sangre empuje las paredes de los vasos sanguíneos con una fuerza excesiva. De este modo, el corazón trabaja más y debilita el interior de las arterias. La respiración consciente contribuye a mejorar los movimientos rítmicos del diafragma.
Mejora del estado de ánimo
Sin duda, es un método eficaz para favorecer el líquido cerebroespinal, pero también para mejorar las emociones, ya que una respiración consciente influye positivamente en el estado de ánimo.
Mejora de la memoria y la atención
La respiración consciente beneficia a mejorar las capacidades cognitivas esenciales (memoria, atención y concentración). De este modo, una respiración correcta permitirá adquirir los niveles de noradrenalina adecuados en cada caso.
Reducción del estrés, la ansiedad y el insomnio
Quienes practican la respiración consciente encuentran en ella una fórmula ideal para rebajar las ondas cerebrales y el ritmo cardiaco, activando el sistema nervioso parasimpático, responsable de ralentizar las funciones del organismo y conservar tanto la energía como la vitalidad.
Además, la respiración consciente es ideal para respirar correctamente mientras se está dormido. De ese modo, se ayudará a encontrar la calma y la serenidad y, por ende, a facilitar el sueño.
Un antiedad claro
La respiración consciente favorece muy positivamente a la musculatura de la garganta, evitando que la piel del cuello se descuelgue prematuramente. Al oxigenar más, se mejora la regeneración celular y se combaten los radicales libres, contribuyendo a tener una piel más sana.
Estos son solo algunos de los múltiples beneficios que presenta la sencilla práctica de aplicar una correcta respiración consciente en nuestro día a día. A la larga, en cuestiones físicas y psicológicas, aparecerán grandes beneficios.