En el Perú, la salud es un derecho fundamental, pero su plena realización se enfrenta a una serie de desafíos críticos. En los últimos años, la Defensoría del Pueblo ha sido una voz prominente en este ámbito, destacando los problemas y ofreciendo soluciones en un esfuerzo por garantizar una atención sanitaria adecuada para todos los ciudadanos.
La complejidad del sistema, la cobertura de enfermedades de alto costo, los cobros derivados de los servicios de salud, y la cuestión de la equidad en el acceso son todos aspectos que requieren atención y reforma.
Desafíos en la salud pública del Perú
La gobernanza en el sistema de salud del Perú enfrenta el reto de integrar y coordinar varios niveles de gobierno y múltiples actores. La planificación estratégica debe ser inclusiva y sensible a las necesidades de diferentes poblaciones, incluyendo a aquellos en áreas rurales y comunidades indígenas. La falta de coordinación puede llevar a la ineficiencia y al mal uso de recursos limitados.
El acceso a medicamentos, vacunas y productos sanitarios es esencial para una atención sanitaria efectiva. Los desafíos en esta área incluyen la disponibilidad de medicamentos esenciales, los precios elevados, la calidad y seguridad de los productos y la distribución equitativa.
Estos problemas requieren una regulación efectiva, negociación y compras conjuntas, y mecanismos de transparencia.
El personal de salud es el corazón del sistema sanitario. En Perú, hay desafíos en la distribución de recursos humanos, con una concentración de profesionales en áreas urbanas, dejando a las zonas rurales desatendidas. La formación, retención, y motivación de personal sanitario también son áreas clave que necesitan atención.
Cabe destacar que el financiamiento es crucial para el funcionamiento y la sostenibilidad del sistema de salud. En Perú, hay desafíos en cuanto a la eficiencia en la utilización de recursos, la equidad en la financiación y el aseguramiento de un financiamiento suficiente y sostenible a largo plazo. La inversión en salud debe ser vista como una inversión en el bienestar y el desarrollo del país.
Estadísticas en continua mejora
Desigualdad en el acceso
Perú enfrenta un grave problema de desigualdad en el acceso a la atención médica. Aproximadamente el 48.5% de la población con problemas de salud no accedió a los servicios médicos, un problema particularmente pronunciado en la Región Resto Costa, donde el 56.6% no accedió.
Educación e inequidad
La educación desempeña un papel importante en el acceso a la salud en Perú. En áreas rurales, las personas con educación primaria tienen mayor acceso, mientras que, en áreas urbanas, el acceso es mayor para aquellos con educación secundaria y superior universitaria.
Sin embargo, en el panorama nacional, los niveles de no acceso son mayores en aquellos con educación secundaria y superior no universitaria, lo que resalta la falta de acceso en áreas menos educadas y desfavorecidas.
Diferencias regionales
La situación se complica aún más por las marcadas disparidades regionales en el acceso a la atención médica. En Lima Metropolitana, el 58.6% accede a los servicios médicos, pero aún hay un 41.4% que no lo hace. En contraste, en la Sierra, solo el 22.4% accede con estudios primarios, mientras que, en la Selva, los niveles de no acceso y acceso son casi iguales.
¿Vamos por un buen camino en el acceso de la Salud de Perú?
El Seguro Integral de Salud (SIS) ha logrado avances notables en la expansión de la cobertura, especialmente entre la población más vulnerable.
Sin embargo, hasta el último informe, casi un tercio de la población peruana aún no está cubierta por ningún tipo de seguro de salud. La brecha entre áreas urbanas y rurales sigue siendo significativa, lo que plantea desafíos en términos de igualdad y acceso.
La concentración de recursos humanos en áreas urbanas contrasta con la escasez en áreas rurales y regiones remotas. Por ejemplo, en algunas regiones de la selva peruana, hay menos de 1 médico por cada 1,000 habitantes, mientras que, en Lima, la capital, la cifra es considerablemente mayor.
A pesar de los esfuerzos por aumentar el financiamiento en salud, el gasto público en este sector sigue siendo comparativamente bajo en relación con otros países de la región.
Fuente: Evaluación del espacio fiscal para la salud en Perú
Según un estudio de la Evaluación del espacio fiscal para la salud en Perú (2016) el gasto en salud en Perú llega a 5,3% del PIB, por debajo del promedio latinoamericano de 7,7% y lejos de la cifra de 11,9% de los países de alto ingreso. De este total, 58,7% corresponde al gasto público en salud (GPS) y 41,2% al gasto privado. De este último, 84,7% es gasto de bolsillo.
Nuestro último análisis nos da para 2022 que, en el área de salud, el presupuesto asciende a 22.207 millones de soles (5.400 millones de dólares) para 2022, un alza de 5,8 % y equivalente al 11,3 % del presupuesto total.
¿Qué viene para Perú?
Los anteriores datos ilustran una compleja situación en la que el progreso y las brechas coexisten.
Los avances en la cobertura del SIS y la atención a las poblaciones vulnerables son signos positivos. Sin embargo, la desigualdad en la distribución de recursos humanos y la necesidad de aumentar el financiamiento son desafíos cruciales que aún deben ser abordados.
La solución a estos desafíos requiere un enfoque concertado, un compromiso político sólido y la participación de todos los actores relevantes, desde los formuladores de políticas hasta los proveedores de atención médica y las comunidades.
Por último, la salud no es simplemente una cuestión de políticas y programas, es un reflejo de los valores y prioridades de una sociedad. El camino hacia una atención sanitaria universal y equitativa en Perú es complejo, pero los esfuerzos continuos en esta dirección son esenciales para el bienestar y el futuro de la nación.